viernes, 28 de febrero de 2014

España frente al Holocausto

"(...) la exposición de motivos del proyecto de Ley de Concesión de Nacionalidad Española a los Sefardíes, de 7 de febrero de 2014, donde se dice: 'El Decreto Legislativo 1924 (...) fue el marco jurídico que permitió a las legaciones diplomáticas españolas, durante la II Guerra Mundial, dar protección consular a aquellos sefardíes que habían obtenido la nacionalidad española al amparo de ese decreto. El espíritu humanitario de estos diplomáticos amplió la protección consular a los sefardíes no naturalizados y, en último término, a muchos otros judíos. Es el caso, entre otros, de Ángel Sanz Briz en Budapest, de Sebastián de Romero Radigales en Atenas, de Bernardo Rolland de Miotta en París, de Julio Palencia en Sofía, de José Rojas en Bucarest, de Javier Martínez de Bedoya en Lisboa, o de Eduardo Propper de Callejón en Burdeos. Miles de judíos escaparon así del Holocausto y pudieron salvar sus vidas'.
(...) Uno de los ahora recordados en la exposición de motivos, Javier Martínez de Bedoya, relataba en un pasaje revelador de sus Memorias  cómo (el conde de) Jordana le convocó en octubre de 1943 a su casa para, tras preguntarle si era antisemita, encargarle la delicada misión de trasladarse a Lisboa para facilitar desde allí y con diversas y precisas instrucciones un plan global de protección a los judíos que incluía el tránsito de estos a través de la Península. Este plan se veía facilitado por la firma entre España y Portugal (siendo Jordana ministro y Salazar jefe del Gobierno) del llamado Bloque Ibérico que aseguraba, entre otras muchas cuestiones, la neutralidad estratégica de la Península.
Y es que el propio Bernd Rother en su libro Franco y el Holocausto ha tenido que reconocer (a disgusto, parece) que aún 'relativizando' las estimaciones 'quizás de 20.000 a 35.000 judíos fueron salvados porque España, a pesar de su amistad con Alemania (sic), no les rechazó la entrada en la frontera'.

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