miércoles, 16 de marzo de 2016

De la que nos salvamos

"El 25 de septiembre de ese año (1506) muere Felipe I el Hermoso en el Palacio de los Condestables de Castilla, según algunos envenenado, y entonces circulan rumores sobre una supuesta locura de Juana. En ese momento Juana decide trasladar el cuerpo de su esposo desde Burgos, donde había muerto y en el que ya había recibido sepultura, hasta Granada, tal como él mismo había dispuesto viéndose morir (excepto su corazón, que deseaba que se mandase a Bruselas, como así se hizo), viajando siempre de noche. Pero su padre se mostró reacio a permitir que su yerno estuviera enterrado en Granada antes que él mismo, y los desplazamientos se limitaron en un espacio reducido en Castilla. La reina Juana no se separaría ni un momento del féretro y este traslado se prolongará durante ocho fríos meses por tierras castellanas. Acompañaron al féretro gran número de personas entre las que se contaban religiosos, nobles, damas de compañía, soldados y sirvientes diversos. Ello hizo que las murmuraciones sobre la locura de la reina aumentasen cada día entre los habitantes de los pueblos que atravesaban. Después de unos meses, los nobles «obligados» por su posición a seguir a la reina se quejaron de estar perdiendo el tiempo en esa «locura» en lugar de ocuparse como deberían de sus tierras. En la ciudad de Torquemada (Palencia), el 14 de enero de 1507, Juana daba a luz a su sexto hijo y póstumo de su marido, una niña bautizada con el nombre de Catalina (llamada así en honor a su hermana pequeña, Catalina de Aragón)."

https://es.wikipedia.org/wiki/Juana_I_de_Castilla

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