jueves, 24 de octubre de 2019

El amor y el trabajo en el mercado de valores

El trabajador alquila su esfuerzo físico o intelectual por medio de un pago. Idealmente va guardando una porción de su sueldo para la época de su retiro.
Como el trabajador está en situación desventajosa frente a su empleador, se fijan ciertas pautas para equilibrar ese contrato.
Muchos beneficios laborales, así como la constitución de la CGT fueron logrados con intervención del socialismo en la etapa preperonista.
Perón basó la organización sindical en la carta del lavoro mussoliniana. Cuando se acabaron los lingotes de oro recibidos por el pago de materia prima por parte de los países intervinientes en la Segunda Guerra Mundial que, según decía, le impedían caminar por los pasillos del Banco Central, saqueó las cajas de jubilación. Los Kirchner repetirían esta gula apropiándose de los fondos de las AFJP.
Los sindicatos monopólicos son conducidos por sátrapas perpetuados en su puesto, a los que la peor ofensa que se les puede hacer es exigirles que publiquen su declaración de ganancias.
La industria del juicio laboral generada en los últimos tiempos ponen a pequeños y medianos empresarios a merced de abogados laboralistas, que resultan ser sus principales beneficiarios.
En cuanto al amor. Puede o no ser correspondido (recibir retribución).
Es como deshojar una margarita: me quiere mucho, poquito, nada.
Si es nada, es preferible buscar otro amor, a menos que seas masoquista.
Si es poquito, te está usando, misma recomendación que la anterior.
Si es mucho, enhorabuena, a eso lo llamo felicidad.

Para la preparación de esta nota no se maltrató a ningún obrero ni se deshojó ninguna margarita.



No hay comentarios:

Publicar un comentario