viernes, 24 de agosto de 2018

Bienvenidx a la generación embaucada

A la mañana, en el colegio primario, abría el libro de lectura y podía leer en la primera página "El general Perón ama a los niños, Evita ama a los niños", con las respectivas fotos de los líderes. A la tarde concurría a una escuela judía (todavía, afortunadamente, no se habían creado los colegios integrales), y leía en el libro de lectura, en idish, porque aún no se estilaba el hebreo, "Gueneral Peron ot lib di kinder, Evita ot lib di kinder" con las fotos de estilo. La Plata era ciudad Eva Perón, y la provincia Presidente Perón había sido el Chaco. En la capital la calle Jean Jaures se llamaba Quirno Costa. Y no recuerdo el entonces nombre de la avenida Juan B. Justo (habría, por lo visto, cierta alergia al socialismo). Estampillas con la efigie de Evita, bustos en todos los establecimientos donde se prestara a ello, prensa dócil o clausura, una especie de 1984 anticipado.
El Nestornauta (que se sepa, no pagaron derechos de autor)
Con la Revolución Libertadora ("de una vez y para siempre") Perón pasó a ser el tirano prófugo. Se alternaron gobiernos de radicales incapaces con peronistas codiciosos (en ambos casos estoy usando suavizador) con militares, hasta llegar a la dictadura militar homicida, secuestradora e incompetente (Malvinas) que provocó un Nunca Más. Esperemos.
Tras una alternancia de incompetentes con codiciosos, el kingmaker Eduardo Duhalde unge a un gobernador de una provincia sureña como candidato y luego presidente de la Nación. Si ves cómo actuaron como gobernadores (Menem lo hizo), ya sabrás cómo serán como presidentes.
Pero apareció una pareja gobernante, que pretendía eternizarse en el poder perfeccionando la rotación Putin-Medvedev. Y sucedió el imprevisto, la muerte de Néstor.
Nunca se habían interesado por los derechos humanos y se habían enriquecido despojando a los afectados por la tristemente célebre circular 1050 (si sos jóven y no conocés su contenido, googleala, no tengo que andar explicándote todo). La leyenda, el mito, se crearía luego.
Y la leyenda se creó. En libros infantiles de lectura, la aparición de Cristina (¿Cristina eterna?). Epa, no lo hicieron en hebreo (actualmente en lugar del idish). Se apropiaron de los derechos humanos (y los prostituyeron). Se enriquecieron en forma obscena, provocando la actual multitud de arrepentidos. Sobre todo (last but not least), engatusaron a una juventud que ni había nacido durante la dictadura militar (digo "militar", no "cívicomilitar" dentro de la terminología que pretenden imponer sus secuaces). Se multiplicaron calles, colegios, plazas Néstor Kirchner y el camino hacia una Venezuela quedó abierto.
Sucedió lo imprevisto (derrota de Scioli) y su vencedor comenzó un proceso de prueba y error, prueba y error, prueba... pero los cómplices  de la Abanderada de los Humildes y la juventud maravillosa que sedujeron, oirlos justificar la década robada provoca más risa que un flan casero.
 ¿Cómo es que esta gente (Maduro, Ortega, Morales, los Kirchner y siguen las firmas) se supone providencial e irrepetible que tenemos que gozar con sus mandatos a perpetuidad? Lo que dejarán al fin será un pedestal vacío del que habrán arrancado su estatua.



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